Crudo Pimento
A la vanguardia por la retaguardia, Murcia
Crudo Pimento lo han vuelto a hacer. O, por ser más justos, han vuelto a superarse, porque su nuevo disco, “El Carmen 13:7” es un trabajo gigantesco, hercúleo y sorprendente, que gana con cada escucha y esconde tantas referencias que se convierte finalmente en una roca solidísima. Grande y solemne como una catedral.
Hay quien dice (probablemente con razón) que la cultura y, en concreto, la música crecen desde las periferias, desde las zonas más alejadas de lo común, y que al final son las que más terminan aportando al avance. Crudo Pimento han viajado hasta esas zonas, las han devorado y aquí las devuelven masticadas (poco) y reivindicándolas: la música del Atlas, la música jamaicana más primitiva, las bases rítmicas caribeñas, el hardcore o incluso el trash metal, barnizado siempre por esa indeleble marca de la casa que les ancla a sus raíces: el folklore murciano, el flamenco e incluso las Salves o la Semana Santa.
En cuanto a la producción, de la que se ha encargado Raúl Frutos en su propio estudio, ellos mismos explican: “Este disco es una grabación de campo embrutecida, alejada aún más de la homogeneidad. Con un touareg cantando verdiales con un micrófono roto, real como la vida misma. Un micrófono roto y mil veces remendado ha sido el encargado de recoger casi toas las voces e instrumentos que suenan a lo largo de estas 16 canciones”. Y así suena de especial.
“A la vanguardia por la retaguardia”, los definieron una vez. Y a ellos les gusta. Porque los clava, los retrata. Y siguen empecinados en ello.