Observatorio de piratería 2018
Crece el acceso legal a la música
En España cada vez se accede a menos contenidos ilícitos, aunque la piratería continúa en niveles elevados. En el caso de la música, durante 2018 se accedió ilícitamente a 1.983 millones de contenidos musicales, con un valor de mercado de 7.308 millones de euros, pero menos usuarios accedieron a música de forma ilícita (el 29 %, frente al 34 % de 2017) y crece el número de los que acceden a música de forma legal. Eso sí, prácticamente el 68 % de los accesos correspondieron a contenidos con menos de un año de antigüedad desde su lanzamiento comercial (48 % en 2017).
En 2018 el número de los contenidos ilícitos a los que se accedió fue de 4.348 millones, lo que representa una disminución del 3 % respecto a 2017, y una disminución acumulada del 12 % respecto a 2015. El valor de dichos contenidos es de 23.918 millones de euros y el perjuicio para el sector alcanzó los 1.923 millones. A causa de la piratería, el Estado dejó de ingresar 638 millones de euros y se podrían haber creado 131.262 puestos de trabajo directos e indirectos. Estos son algunos de los principales datos que recoge el Observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2018, presentado el pasado viernes por la Coalición de creadores e industrias de contenidos en la Biblioteca Nacional.
Según la directora de la Coalición, Carlota Navarrete, la situación demuestra que las medidas legislativas tienen una incidencia positiva pero la lentitud de su aplicación impide que la reducción de la piratería sea significativa. «Necesitamos que la Administración dedique más medios y dote enérgicamente de mayor agilidad al procedimiento, poniendo el foco en el bloqueo de estas webs de contenido ilícito, una medida que no solo avalan especialmente los consumidores, sino que ha sido muy eficaz en otros países», añade.
El estudio ha incorporado por quinto año consecutivo datos acerca de la incidencia de la piratería en las series de televisión y en las retransmisiones de partidos de fútbol, además de las fuentes de ingresos de las páginas web que ofrecen los contenidos pirateados, y ha segmentado por primera vez los accesos ilícitos a contenidos de prensa y partituras.
ACCESOS ILEGALES, LUCRO CESANTE Y ACTITUDES
Los porcentajes de individuos que realizan accesos ilícitos según tipo de contenido son: música (29 %), películas (32 %), videojuegos (12 %), libros (24 %), series (29 %), fútbol (11 %), prensa (10 %) y partituras (2 %). El lucro cesante causado por la piratería se desglosa del siguiente modo (en millones de euros por industria): música 536M€, películas 471M€, series 167M€, libros 215M€, videojuegos 265M€, fútbol 269M€, prensa 247M€ y partituras 18M€.
Más del 50 % de los consumidores que acceden a contenidos ilegales dicen “no saber distinguir entre las plataformas legales y las que no lo son”.
Además, entre los motivos expuestos destacan la “rapidez y sencillez de acceso” (51 %, frente al 43 % del año anterior) y la “ausencia de consecuencias legales” (31 % vs 25 %), los dos argumentos que más han crecido porcentualmente en el último año. También aumenta la motivación “no pago por un contenido que posiblemente luego no me guste” (43 % vs 41 %).
También aumenta el peso de las justificaciones “porque me urge acceder a la novedad y no quiero o no puedo esperar a que esté disponible legalmente” y “no estoy haciendo daño a nadie”, que este año llegan hasta el 28 % en ambos casos.
El 70 % de los usuarios que contratan internet tiene en cuenta principalmente que la velocidad de la conexión le permita acceder a contenidos con mayor rapidez, lo que supone dos puntos porcentuales más que en 2017. También ha aumentado el porcentaje de usuarios que valora especialmente la oferta concentrada (packs de ADSL o fibra más contenidos) a la hora de elegir a la compañía con la que contratar internet, que supone ya el 58 % (desde el 56 % de 2017 y el 51 % en 2016).
MODOS DE ACCESO Y FUENTES DE INGRESOS
Respecto a la forma de acceso se ha reducido considerablemente el peso de los buscadores como vía de acceso a los contenidos ilegales, que ha descendido hasta el 60 % desde el 79 % registrado en 2017. Google sigue siendo el más utilizado, en cualquier caso: 9 de cada 10 accesos a contenidos piratas se producen desde sus resultados de búsqueda.
Proporcionalmente a ese menor uso de los buscadores como medio para acceder a contenidos pirateados ha crecido significativamente el uso de las aplicaciones para tabletas y teléfonos inteligentes (22 %, frente al 17 % de 2017) y se ha doblado el uso de redes sociales (21 % frente al 10 % del año anterior), siendo las más usadas Facebook y Youtube (56 % y 43 %), seguidas de cerca por Whatsapp y Twitter (29 % ambas). También crece el streaming online (17 % vs 14 %) mientras que las descargas directas online se mantienen en el 29 %.
El porcentaje de webs desde las que se accedió a contenidos ilegales que están financiadas por publicidad sigue superando el 90%, al igual que en años anteriores. De toda esa publicidad, el 50 % corresponde a sitios de apuestas y juego online, el 36 % a sitios de contactos y el 28 % a sistemas de anonimización (VPN, proxies, etc.). A 9 de cada 10 usuarios les han pedido aceptar cookies, 2 de cada 10 han pagado alguna vez por descargarse el contenido o han tenido que rellenar una encuesta de opinión para hacerlo.
Por otra parte, ha descendido la publicidad en sitios piratas que corresponde a productos de consumo de marcas de prestigio de alimentación, moda, seguros, telefonía, etc. (24 % frente al 26 % de 2017).
Las fuentes de ingresos de estos sitios son variadas, destacando especialmente que más de dos tercios de los consumidores (66 %) tuvo que registrarse como usuario cediendo datos de carácter personal que los piratas recopilan de modo fraudulento en bases de datos, que posteriormente comercial y alcanzan precios muy elevados en el mercado. Los sitios piratas también consiguen datos con mucho más valor del que se puede suponer a priori y que les permite obtener importantes beneficios económicos, como por ejemplo los hábitos de navegación en la web, otras páginas web que visita el consumidor, sus preferencias, cosas que le gustan, qué compra, etc.
Asimismo, los medios de pago juegan un papel importante en el funcionamiento de los sitios piratas, especialmente en los casos en que estos sitios comercializan cuentas premium, reciben donaciones o sistematizan el envío de mensajes de móvil al usuario registrado para informarle de la existencia de nuevos contenidos en la web.
Los usuarios que han pagado alguna vez por el contenido que ha descargado de estas páginas alcanza ya el 22 % (fue el 14 % en 2017, el 11 % en 2016, el 9 % en 2015 y era solo el 5 % en 2014). Después de crecimientos significativos durante cinco años consecutivos podemos afirmar que el pago directo por el contenido pirateado es más que una tendencia una realidad cada vez más consolidada, lo que exige el planteamiento de medidas eficaces.
REPERCUSIÓN EN EL EMPLEO Y EN LOS INGRESOS DEL ESTADO
La repercusión de la piratería digital en el empleo aporta cifras preocupantes. Los creadores y las industrias culturales y de contenidos digitales, un sector que emplea actualmente a 83.925 trabajadores directos podría, en un escenario sin piratería, crear 21.877 nuevos puestos de trabajo directos, lo que supondría un incremento del 26 % y unos 109.385 empleos indirectos más.
Las arcas públicas dejaron de recibir por culpa de la piratería casi 419 millones de euros en concepto de IVA y más de 50 millones de euros en IRPF, mientras que la cantidad no recaudada por la Seguridad Social alcanzó casi los 169 millones, en concepto de cotizaciones. Es decir, el Estado dejó de ingresar en 2018 un total de 638 millones de euros a causa de los accesos ilegales a contenidos, sumando un acumulado desde 2012 de 3.985 millones de euros.
EFICACIA DE LAS MEDIDAS
Las medidas más eficaces contra la piratería a juicio de los propios internautas serían bloquear el acceso al sitio web que ofrece los contenidos (75 %) y sancionar a los proveedores de internet (71%). Después de esas dos, según los consumidores, las mejores medidas para reducir las infracciones serían desarrollar campañas de concienciación social contra la piratería (59%) y sancionar a los usuarios infractores con multas (54 %). Lo que apoya que los consumidores ven cómo muy positivo un marco de mayor colaboración entre el sector de los contenidos y los operadores y que los acuerdos de autorregulación deben ser el siguiente paso para completar el conjunto de herramientas para poner freno al fraude y acceso ilegal a contenidos.
*En 2018 se han medido nuevos tipos de accesos ilegales puesto que la piratería digital de contenidos es un fenómeno vivo que necesita adecuarse a las nuevas realidades para que su estudio y cuantificación sean rigurosos, por ello, para tener una comparativa fiable se han remontado su trazabilidad al 2017 permitiendo que los universos de estudio sean idénticos, lo que supone una mejora indiscutible pues ya en 2018 estamos en disposición de ofrecer datos consolidados.